No son tus ideas brillantes ni los pensamientos pasajeros los que
ejercen control sobre tu vida, sino los simples hábitos cotidianos.
Vive en forma sencilla y no te dejes atrapar por las complejidades
del mundo, pues es demasiado exigente. Cuando finalmente logras
obtener lo que anhelabas, los nervios están agotados, el corazón
maltrecho y hasta los huesos te duelen. Adopta la determinación
de desarrollar tus facultades espirituales desde ahora en adelante.
Aprende el arte de vivir con rectitud. Si tienes gozo lo posees todo;
aprende, pues, a permanecer alegre y satisfecho... Sé feliz ¡ahora!
Paramahansa Yogananda